Leon Trotsky in a hospital in Mexico City
Estamos en agosto de 1940, en un hospital de la Ciudad de México, donde León Trotsky yace tras un ataque brutal. El 20 de ese mes, Ramón Mercader, un agente estalinista disfrazado de amigo, le clavó un piolet en la cabeza en su casa de Coyoacán. En esta foto imaginada, podríamos verlo rodeado de médicos luchando por salvarlo, con el rostro aún marcado por la intensidad de un revolucionario que no se rendía. Trotsky, exiliado en México desde 1937 gracias a la protección de Diego Rivera y Frida Kahlo, no sobrevivió: falleció el 21 de agosto, a los 60 años.
Esto pasaba en un mundo al borde del caos, con la Segunda Guerra Mundial en marcha y Stalin afianzando su poder en la URSS. México, bajo el gobierno de Lázaro Cárdenas, era un refugio para disidentes, y Trotsky, cerebro de la Revolución Rusa y enemigo jurado del estalinismo, vivía sus últimos días escribiendo y debatiendo. Su muerte no fue solo el fin de un hombre: marcó el clímax de una venganza política que cruzó océanos, mostrando cómo las ideas podían ser tan letales como las armas. En ese hospital, entre sábanas blancas y el eco de su lucha, se apagó una de las voces más polémicas del siglo XX.
Esto pasaba en un mundo al borde del caos, con la Segunda Guerra Mundial en marcha y Stalin afianzando su poder en la URSS. México, bajo el gobierno de Lázaro Cárdenas, era un refugio para disidentes, y Trotsky, cerebro de la Revolución Rusa y enemigo jurado del estalinismo, vivía sus últimos días escribiendo y debatiendo. Su muerte no fue solo el fin de un hombre: marcó el clímax de una venganza política que cruzó océanos, mostrando cómo las ideas podían ser tan letales como las armas. En ese hospital, entre sábanas blancas y el eco de su lucha, se apagó una de las voces más polémicas del siglo XX.
Accesorios
Adulto
Arquitectura
Bebé
Edificio
Ropa
Rostro
Ropa formal
Sombrero
Cabeza
Hospital
Masculino
Hombre
Persona
Fotografía
Retrato
Atar
Envíado por OldPik el 6 de enero de 2025
Image

Debes iniciar sesión para comentar las fotos.
Iniciar sesión
Iniciar sesión
Sin comentarios aún, sé el primero en comentar...