Niñas en clase de costura
Claro, aquí tienes un texto ameno con un toque histórico para esa foto:
En esta imagen de 1915, un grupo de niñas se concentra en su clase de costura con seda en el Colegio María Auxiliadora de San Salvador, Santa Fe, Argentina. Las pequeñas, con sus manos delicadas y ojos atentos, manejan agujas e hilos bajo la mirada de alguna maestra salesiana, tejiendo no solo telas, sino también destrezas para la vida. El aula, probablemente llena del murmullo de las risas y el crujir de la seda, nos transporta a un tiempo donde la educación femenina combinaba lo práctico con lo tradicional.
Corría el año 1915, en plena Belle Époque argentina, cuando el país vivía un auge económico gracias a las exportaciones agropecuarias. Las Colonias de Santa Fe, como San Salvador, eran un hervidero de inmigrantes —muchos italianos y suizos— que traían consigo oficios y costumbres. En este contexto, el Colegio María Auxiliadora, fundado por las Hijas de María Auxiliadora, no solo ofrecía letras y números, sino también labores como la costura, preparando a las niñas para roles domésticos o incluso para sumarse a la creciente industria textil. La seda, un lujo traído de lejos, habla de esa prosperidad y de cómo hasta en un pueblo rural se soñaba con lo fino y lo elegante.
En esta imagen de 1915, un grupo de niñas se concentra en su clase de costura con seda en el Colegio María Auxiliadora de San Salvador, Santa Fe, Argentina. Las pequeñas, con sus manos delicadas y ojos atentos, manejan agujas e hilos bajo la mirada de alguna maestra salesiana, tejiendo no solo telas, sino también destrezas para la vida. El aula, probablemente llena del murmullo de las risas y el crujir de la seda, nos transporta a un tiempo donde la educación femenina combinaba lo práctico con lo tradicional.
Corría el año 1915, en plena Belle Époque argentina, cuando el país vivía un auge económico gracias a las exportaciones agropecuarias. Las Colonias de Santa Fe, como San Salvador, eran un hervidero de inmigrantes —muchos italianos y suizos— que traían consigo oficios y costumbres. En este contexto, el Colegio María Auxiliadora, fundado por las Hijas de María Auxiliadora, no solo ofrecía letras y números, sino también labores como la costura, preparando a las niñas para roles domésticos o incluso para sumarse a la creciente industria textil. La seda, un lujo traído de lejos, habla de esa prosperidad y de cómo hasta en un pueblo rural se soñaba con lo fino y lo elegante.
Envíado por OldPik el 1 de febrero de 2025
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