Louis-Ferdinand Céline with his cat Bébert
En 1955, Louis-Ferdinand Céline, el célebre y controvertido escritor francés, vivía en Meudon, a las afueras de París, en una casa modesta en el 25 ter route des Gardes. Durante este período, Céline, conocido por su estilo literario innovador y sus posturas políticas polarizantes, se encontraba en una etapa de relativo aislamiento tras su regreso del exilio en Dinamarca, donde había huido después de la Segunda Guerra Mundial debido a acusaciones de colaboracionismo con el régimen nazi.
En este contexto, su gato Bébert se convirtió en un compañero inseparable. Bébert, un gato atigrado que Céline había adoptado años antes, era mucho más que una mascota para el escritor: lo consideraba un símbolo de lealtad y un refugio emocional en tiempos turbulentos. En 1955, Céline fue fotografiado frente a su casa en Meudon con Bébert, una imagen que captura un momento de calma en su vida. La foto, que ha circulado en plataformas como X, muestra a Céline con una expresión serena, sosteniendo o acompañado por su gato, mientras el entorno refleja la simplicidad de su retiro.
Céline mencionó a Bébert en varias de sus obras y cartas, describiéndolo como un ser astuto y valiente que incluso había sobrevivido a los bombardeos de la guerra. En 1955, mientras escribía novelas como D’un château l’autre (publicada en 1957), Bébert era una presencia constante, a menudo durmiendo en su escritorio o siguiéndolo por la casa. Este vínculo con su gato ofrece una visión más humana de Céline, contrastando con su imagen pública de escritor polémico. A través de Bébert, Céline encontraba un ancla en un mundo que lo había rechazado, un detalle que humaniza a una figura histórica compleja y contradictoria.
En este contexto, su gato Bébert se convirtió en un compañero inseparable. Bébert, un gato atigrado que Céline había adoptado años antes, era mucho más que una mascota para el escritor: lo consideraba un símbolo de lealtad y un refugio emocional en tiempos turbulentos. En 1955, Céline fue fotografiado frente a su casa en Meudon con Bébert, una imagen que captura un momento de calma en su vida. La foto, que ha circulado en plataformas como X, muestra a Céline con una expresión serena, sosteniendo o acompañado por su gato, mientras el entorno refleja la simplicidad de su retiro.
Céline mencionó a Bébert en varias de sus obras y cartas, describiéndolo como un ser astuto y valiente que incluso había sobrevivido a los bombardeos de la guerra. En 1955, mientras escribía novelas como D’un château l’autre (publicada en 1957), Bébert era una presencia constante, a menudo durmiendo en su escritorio o siguiéndolo por la casa. Este vínculo con su gato ofrece una visión más humana de Céline, contrastando con su imagen pública de escritor polémico. A través de Bébert, Céline encontraba un ancla en un mundo que lo había rechazado, un detalle que humaniza a una figura histórica compleja y contradictoria.
Contributed by OldPik on January 7, 2024
Image

You must be logged in to comment on the photos.
Log in
Log in
No comment yet, be the first to comment...