Palacio de los condes de Ribagorza
Foto M. Meys.
Un viaje al pasado: El Palacio de los Condes de Ribagorza en 1898
Imagina por un momento que paseas por la calle Mayor de Benasque, el aire fresco del Pirineo acaricia tu rostro, y ante ti se alza una joya de piedra que parece susurrar historias de siglos pasados. La fotografía que tienes frente a ti, tomada en 1898, captura justo eso: el imponente Palacio de los Condes de Ribagorza, tal como lo vieron los benasqueses de finales del XIX. ¿Te vienes a descubrir su magia?
En esta imagen en blanco y negro, el palacio se yergue con esa elegancia sobria que solo tienen los edificios con alma. Construido a mediados del siglo XVI, probablemente por Don Martín de Aragón, conde de Ribagorza y duque de Villahermosa, junto a su esposa Doña Luisa de Borja, este palacio renacentista era mucho más que una casa noble: era un símbolo de poder en el corazón del valle. Fíjate en la fachada de la foto. Aunque el tiempo ha suavizado los detalles, aún se intuyen los ventanales finamente moldurados y, si te acercas, casi puedes imaginar los bustos de los condes y el escudo con un león rampante coronado, desafiando al paso de los años.
En 1898, el palacio ya había vivido muchas vidas. Había sido hogar de condes, sede de la aduana en el siglo XVII, e incluso, en el XIX, residencia del senador Don Antonio Albar Anglada. Por entonces, sus muros de piedra, unidos con argamasa, seguían contando historias de banquetes, intrigas nobiliarias y, quién sabe, algún que otro secreto guardado tras sus gruesas puertas. La foto nos muestra una de sus garitas defensivas, esas torrecillas que le daban un aire de fortaleza, aunque Benasque, protegida por las montañas, nunca necesitó demasiadas murallas. La otra garita, por cierto, ya no existe hoy, pero esta imagen nos regala el privilegio de verla en su esplendor.
Lo que hace especial a esta fotografía es cómo captura un Benasque detenido en el tiempo. Las calles de alrededor probablemente estaban llenas de carros, vecinos con sus trajes tradicionales y el eco de las campanas de la iglesia cercana. El palacio, con su tejado a doble vertiente y su porte señorial, era el rey indiscutible de la calle Mayor. Y aunque en 1898 no era el centro cultural que es hoy, ya era un lugar donde se cruzaban las vidas de los benasqueses.
Hoy, más de un siglo después, el Palacio de los Condes de Ribagorza sigue en pie, transformado en un vibrante espacio donde el arte, la música y la historia se dan la mano. Desde que el Ayuntamiento lo adquirió en 2005, sus salas acogen exposiciones, conciertos y hasta una biblioteca que invita a perderse entre libros. Pero esta foto de 1898 nos recuerda que, antes de todo eso, fue un testigo silencioso de un Benasque que ya no existe, pero que aún late en sus piedras.
Así que la próxima vez que pases por Benasque, levanta la vista hacia el palacio. Busca esa garita solitaria, los ecos de los ventanales renacentistas, y piensa en esta imagen de 1898. Porque, aunque el mundo haya cambiado, hay lugares como este que siempre tendrán una historia que contar. ¿No te parece que la foto invita a soñar?
Un viaje al pasado: El Palacio de los Condes de Ribagorza en 1898
Imagina por un momento que paseas por la calle Mayor de Benasque, el aire fresco del Pirineo acaricia tu rostro, y ante ti se alza una joya de piedra que parece susurrar historias de siglos pasados. La fotografía que tienes frente a ti, tomada en 1898, captura justo eso: el imponente Palacio de los Condes de Ribagorza, tal como lo vieron los benasqueses de finales del XIX. ¿Te vienes a descubrir su magia?
En esta imagen en blanco y negro, el palacio se yergue con esa elegancia sobria que solo tienen los edificios con alma. Construido a mediados del siglo XVI, probablemente por Don Martín de Aragón, conde de Ribagorza y duque de Villahermosa, junto a su esposa Doña Luisa de Borja, este palacio renacentista era mucho más que una casa noble: era un símbolo de poder en el corazón del valle. Fíjate en la fachada de la foto. Aunque el tiempo ha suavizado los detalles, aún se intuyen los ventanales finamente moldurados y, si te acercas, casi puedes imaginar los bustos de los condes y el escudo con un león rampante coronado, desafiando al paso de los años.
En 1898, el palacio ya había vivido muchas vidas. Había sido hogar de condes, sede de la aduana en el siglo XVII, e incluso, en el XIX, residencia del senador Don Antonio Albar Anglada. Por entonces, sus muros de piedra, unidos con argamasa, seguían contando historias de banquetes, intrigas nobiliarias y, quién sabe, algún que otro secreto guardado tras sus gruesas puertas. La foto nos muestra una de sus garitas defensivas, esas torrecillas que le daban un aire de fortaleza, aunque Benasque, protegida por las montañas, nunca necesitó demasiadas murallas. La otra garita, por cierto, ya no existe hoy, pero esta imagen nos regala el privilegio de verla en su esplendor.
Lo que hace especial a esta fotografía es cómo captura un Benasque detenido en el tiempo. Las calles de alrededor probablemente estaban llenas de carros, vecinos con sus trajes tradicionales y el eco de las campanas de la iglesia cercana. El palacio, con su tejado a doble vertiente y su porte señorial, era el rey indiscutible de la calle Mayor. Y aunque en 1898 no era el centro cultural que es hoy, ya era un lugar donde se cruzaban las vidas de los benasqueses.
Hoy, más de un siglo después, el Palacio de los Condes de Ribagorza sigue en pie, transformado en un vibrante espacio donde el arte, la música y la historia se dan la mano. Desde que el Ayuntamiento lo adquirió en 2005, sus salas acogen exposiciones, conciertos y hasta una biblioteca que invita a perderse entre libros. Pero esta foto de 1898 nos recuerda que, antes de todo eso, fue un testigo silencioso de un Benasque que ya no existe, pero que aún late en sus piedras.
Así que la próxima vez que pases por Benasque, levanta la vista hacia el palacio. Busca esa garita solitaria, los ecos de los ventanales renacentistas, y piensa en esta imagen de 1898. Porque, aunque el mundo haya cambiado, hay lugares como este que siempre tendrán una historia que contar. ¿No te parece que la foto invita a soñar?
Contributed by JOSE M LOPEZ on April 14, 2025
Image

You must be logged in to comment on the photos.
Log in
Log in
No comment yet, be the first to comment...